“Amor es esa condición en la que la felicidad de otra persona 
es esencial para tu propia felicidad”

Robert A. Heinlein

¡Hola! Hoy quiero compartir un tema dentro de la categoría “Mi vida personal”: Mi vida amorosa, la relación con la pareja.

Las relaciones personales se tratan de gente conviviendo con otros y disfrutándose entre sí. De todas estas relaciones, la que estableces con tu pareja es la más íntima, la que requiere una apertura total para conectarte con tus sentimientos más profundos y traerlos a la superficie.

En mi opinión, no existen reglas que determinen y te aseguren el éxito en tu relación amorosa. Todos somos diferentes y cada quien lleva su propio bagaje arrastrando por la vida, lo que hace de nuestras relaciones personales un verdadero coctel de posibilidades.

Entonces: ¿qué crees TÚ que se requiera para tener una gran relación con TU pareja?

Como te dije, no creo que exista una fórmula que aplique para todos, así que la tarea es crear tu propia fórmula. En KIP utilizamos cuatro preguntas cuyas respuestas te ayudan a construir un mapa para crear una vida maravillosa en cada uno de las categorías que definimos. Si no las recuerdas o no has tenido la oportunidad de leerlas en posts anteriores, te las comparto:

1. ¿Cuáles son mis creencias en relación con mi vida amorosa? (patrones mentales)
2. ¿Cómo me gustaría que fuera mi relación con mi pareja? (mi ideal)
3. ¿Por qué me gustaría que fuera de esa manera? (mi porqué, mi propósito)
4. ¿Qué necesito hacer para lograr que sea así? (mi cómo, mi estrategia)

Identificar tus creencias en relación con tu vida amorosa es importante, porque pueden ser estos patrones mentales los que te impiden avanzar hacia tu objetivo. Algunos ejemplos de este tipo de creencias son: “Nada es para siempre”, “Yo no creo en el amor”, “El que te ama te hará sufrir”, “Todos los hombres son unos ….”, “La mujer debe quedarse en casa y atender a su marido”, entre otras. Identifica cuales son esas creencias que te impiden conservar y estar maravillosamente con tu pareja y reemplázalas por otras que fortalezcan tu relación.

Después de reconocer tus patrones mentales y descartar aquellos que no te sirven, lo que sigue es preguntarte ¿Cómo me gustaría que fuera mi relación amorosa y por qué?

De acuerdo con el psicólogo Nathaniel Branden, el amor romántico es la relación pasional, espiritual, emocional y sexual entre dos personas que se adoran, confían profundamente en el otro, se comunican con efectividad y muestran, por sobre todas las cosas, un gran respeto por el valor de su pareja.

La receta para alcanzar esta condición es única para cada quien, pero como en cualquier otra de las áreas de tu vida, son los hábitos los que la moldearán y te definirán como ser humano. Esto es cierto también para tu vida sentimental, la calidad de tu relación amorosa será determinada por tus hábitos… para bien o para mal.

Un hábito se adquiere a través de la repetición frecuente de un patrón de comportamiento. Entonces, ¿qué tipo de hábitos quisieras cultivar para conservar al amor de tu vida? Comparto algunos que pueden serte útiles:

1. Comunicación efectiva. Ser apto para compartir puntos de vista de manera fácil, honesta y abiertamente. Esto es, ser capaces de expresarnos en una atmósfera de confianza y respeto. La pregunta que debes hacerte es: ¿Estoy creando un contexto en el que mi pareja se sienta libre de compartir sus sentimientos, pensamientos, fantasías, dolores emocionales, quejas, y demás, sin el temor de que la juzgues, la culpes, la ataques o decidas retirarte en consecuencia? Una comunicación efectiva es lo que distingue una relación amorosa sana de aquellas que no lo son.
2. Demuestra tu amor. El amor requiere de acción. No es suficiente sentirlo, debes expresarlo con hechos. Hazlo todo el tiempo, cada día es una oportunidad de desarrollar un hábito para expresar amor y pasión por tu pareja.
3. Presta atención a tu pareja. Deja de hacer lo que sea que estés haciendo en el momento en que llega tu pareja, deja que perciba que estás presente plenamente, pregúntate que es lo que siente, si hay algo que necesite o si puedes hacer algo para alegrarle el momento. Entrena tu mente para que se sintonice y se conecte con la de tu pareja, en ese momento no debe haber nada más importante que ella. ¡Muéstrale que te entusiasma verlo!
4. El tiempo que pasan juntos es sagrado. Tengan una rutina diaria para pasar tiempo juntos: salgan a caminar, tomen un té o un café y platiquen, aparten una noche romántica a la semana para salir a cenar, bailar o trasnochar, en fin, reserva un tiempo para hacer lo que sea que les guste hacer juntos y respétalo por sobre todas las cosas.
5. Maneja los desacuerdos inteligentemente. Para lograr esto, cuando te encuentres en medio de una discusión, recuérdate a ti mismo que estás hablando con la persona que amas, a pesar de que estés enojado. Recuerda que se encuentran del mismo lado aunque a veces no estén de acuerdo en algo, y que tu pareja merece el beneficio de la duda siempre. Trata de que tus discusiones se orienten hacia una solución y evita explotar emocionalmente. Si no te sientes capaz en el momento de traer compasión y entendimiento durante el desacuerdo, date un espacio para calmarte. El primero en disculparse será un héroe, en estas ocasiones parecerá que pierdes, pero en realidad estarás ganando.
6. Mantén tu vida amorosa excitante. No permitas que la relación se estanque. Hagan nuevas cosas, sigan creciendo y aprendiendo juntos. Conversen sobre el libro que están leyendo, viajen, traigan aventura a su vida amorosa. Infundan sensualidad a la relación de manera consciente, ya sabes: velas, aromas, lencería, masajes; en fin, diviértanse, ¡no dejen que el aburrimiento los alcance!
7. Acepta tu responsabilidad. Nadie, bajo ninguna circunstancia, es responsable de tu felicidad y tu bienestar, solo tú. La decisión de reaccionar de una u otra manera ante algún evento o comentario es siempre tuya. Así que en esos momentos, en lugar de culpar y enjuiciar a tu pareja, mejor analiza qué patrones mentales traes cargando que te hacen sentir dolor, ira, celos o cualquier otro sentimiento negativo y trabaja en ello.

Escoge algunas de estas ideas o crea alguna propia y practícala hasta convertirla en hábito. Piensa en qué sería ese algo que, si lo aplicas en tu vida, tendrá el poder de transformar tu relación amorosa o simplemente comienza con escoger algún mal hábito que tengas y deshazte de él.

Recuerda, un amor extraordinario no viene gratis, requiere de acción y un alto nivel de compromiso y consciencia de ambas partes, pero puedes lograrlo implantando buenos hábitos. Presta atención a las veces que te quejas y a las veces que le dices algún cumplido a tu pareja, cuida que los cumplidos rebasen a las quejas y, siempre que tengas oportunidad, hazla sentir que la apoyas incondicionalmente.

Si hoy no tienes una pareja en tu vida, toma en cuenta esto: las relaciones extraordinarias requieren de gente extraordinaria, para tener a la pareja perfecta debes convertirte a ti mismo en la pareja perfecta; es decir, transformarte primero en aquello que quisieras encontrar en una pareja. Sé la mejor persona que puedas ser y seguro llegará el amor que deseas.

A manera de brújula, algunas características en común que puedes observar en aquellas parejas que han logrado mantener una relación extraordinaria por mucho tiempo son:

• Se adoran mutuamente y demuestran todo el tiempo su amor.
• Confían plenamente en el otro y están siempre ahí para él.
• Tienen una profunda conexión emocional, personal y profesional. Podrán tener carreras separadas, pero no tienen vidas separadas. Tienen un conocimiento profundo de lo que está pasando en la vida del ser amado.
• Se comunican abierta, honesta y fácilmente.
• Tienden a poner las necesidades de su pareja por encima de las propias porque lo valoran por sobre todo lo demás.

Con esto me despido, compártenos tu opinión y aquello que a ti te ha funcionado para mantener sana y excitante la relación con tu pareja ¡nos encantaría oírte!

Juntos en el camino…

TERE