“Mantenme alejado de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños”

Kahlil Gibran

¡Hola!

He tenido la bendición de ser madre de tres niñas y sé por experiencia lo difícil que puede ser en algunos momentos el criar niñ@s. No existe escuela que te prepare para esta tarea y, aunque se supone que debe ser algo instintivo en nosotros, la forma de vida moderna nos ha alejado y hecho olvidar nuestra sabiduría ancestral; aquella con la que, se supone, venimos equipados como cualquier otro ser del mundo animal que habita este planeta.

Hace poco, mi esposo y yo, tuvimos la oportunidad de hacer un ejercicio de introspección en relación a las creencias que tenemos como padres y cuáles son los valores que queremos inculcar a nuestras hijas. Este análisis nos ayudó a definir lo que queremos para ellas y cómo podemos ayudarlas a que se desarrollen como personas plenas y felices. Te comparto aquí algo de lo que descubrimos, pero recuerda, ésta es solo nuestra forma de pensar, tu pareja y tú deberán hacer su propio ejercicio y acordar juntos lo que quieren para sus hij@s. 

Lo primero fue tener claro que la responsabilidad de educar a nuestras hijas es sólo de nosotros, no de las escuelas, de los maestros, ni de ninguna otra persona; somos los padres quienes debemos enseñarles lo que necesitan saber. La raza humana entera depende de que, al menos algunos de nosotros, hagamos bien nuestra labor como padres. Para nuestras hijas somos el mundo entero, somos todo lo que ven, y somos el ejemplo que tienen de lo que es un ser humano, somos sus proveedores y somos quien las cuida y las protege. Si ponemos un mal ejemplo, les estamos dando permiso para hacer lo mismo.

Creemos que ser padres exitosos consiste en criar hijas que funcionen adecuadamente en nuestra ausencia. Resistimos la tentación de resolverles sus problemas y tratamos de ayudarlas a salir al mundo y ser independientes. Nuestro rol principal como padres es asegurarnos que nuestras hijas tengan las competencias necesarias para resolver los retos de su vida cuando nosotros no estemos presentes, por eso la importancia de enseñarlas a ser autosuficientes y darles las herramientas y técnicas que necesitan para navegar su vida.

Te comparto 10 cosas que mi esposo y yo tratamos de inculcarle a cada una de nuestras hijas:

  1. Toma tus propias decisiones. La vida que tendrás será el resultado de lo que hayas seleccionado en su momento.
  2. Lo que hagas con los minutos, horas y días de tu vida dictarán la persona que serás y la clase de vida que tendrás.
  3. Así como tú eres dueña de tu propia vida, nosotros tus padres también somos dueños de la nuestra, y siendo esta nuestra casa, mientras vivas en ella tendrás que respetar nuestras reglas.
  4. No nos perteneces, te perteneces a ti misma. Nosotros estamos temporalmente a cargo tuyo ayudándote a aprender a cuidarte por ti misma, y te vamos a proveer todo el tiempo que necesites para estar lista para salir al mundo a crear tu propia vida extraordinaria.
  5. Una persona exitosa decide si algo que ya existe funciona bien para ella, si no es así, busca una mejor forma de hacerlo. No des nada por sentado, a pesar de que todos los demás lo hagan así.
  6. Tu vida es importante y tú eres el autor de tu propia vida, nadie más tiene el control de la forma en que te desenvuelves en tu vida, y la manera en que ejercitas ese control es a través de tus elecciones y acciones diarias. Así que conviértete en el mejor “tomador de decisiones” que puedas ser, no por nosotros tus padres, sino por ti.
  7. Tu vida se irá desplegando de la manera que tú desees. Cree en ti misma tanto como nosotros creemos en ti. Confía en ti, aprende a confiar en tu intuición, tus talentos y tu inteligencia.
  8. Si logras descubrir quién eres y qué quieres de la vida, si nutres lo mejor que hay dentro de ti, desarrollas tus talentos y te permites evolucionar, y luego tienes el coraje de defender y ser quien eres y avanzas confiadamente en dirección a tus sueños, inevitablemente te toparás en tu camino con el éxito.
  9. Dirígete siempre con la verdad, se honesta contigo misma y con los demás.
  10. Trata a los demás con amabilidad y compasión, lo merecen tanto como tú.

Enseñamos a nuestras hijas a ser valientes, a no vivir con miedos, a aprender a cuidarse. Ponemos límites, pero no demasiado estrictos, presionarlas excesivamente puede resultar perjudicial para ellas. Tratamos de enseñarles el valor de la compasión, la contribución y la espiritualidad. Las besamos, abrazamos, y apoyamos cuando fallan en algo.

Creemos que la más grande responsabilidad que tenemos como padres es vivir una vida extraordinaria, ser buenas personas y ser felices; ése es el mejor ejemplo y la mejor lección que podemos dar a nuestras hijas. Compártenos tu opinión, nos interesa mucho.

¡¡¡Juntos en el camino!!!

TERE

2 comentarios

  1. Me encantó este artículo, es como parte del manual para educar hijos que todo padre quisiera tener. Que difícil ser el padre correcto para nuestros hijos, fui muy duro, fui muy suave, debí hacerlo de otra manera, etc. … gracias por compartir estas lecciones de vida para con nuestros hijos. Abrazo

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