«Dar lo mejor de ti en este momento, te coloca en el mejor lugar para el siguiente momento.» — Oprah Winfrey
Sin duda, esta cuarentena nos ha probado a todos y nos sigue probando día con día. A veces parece que ya entendimos de qué se trata y nos sentimos relativamente tranquilos, y en otros momentos, nos entra el desánimo, la desesperanza, fastidio, aburrimiento, tristeza, soledad, falta de privacidad y la lista sigue y sigue.
Personalmente, los primeros cuatro meses, me sentía con toda la actitud. Me levantaba todos los días a las 4:50 AM, tomaba un baño y luego comenzaba mi práctica espiritual, yoga, meditación, etc. Mientras tanto, en todas las redes sociales, se hablaba de cómo aprovechar el tiempo libre durante la cuarentena y, para mí, los días pasaban, siempre con la esperanza de tener algo de tiempo libre para tomar un curso, pintar algo, leer, escribir, hacer más de las cosas que me gustan. Pero, con una familia de cinco, ese momento nunca llegó. Luego el bombardeo de mensajes en redes sociales, por lo general, no muy buenas noticias. Semáforos en rojo por doquier.
Entonces comenzaron mis dudas, ¿Para qué todo esto? ¿Para qué me levanto tan temprano?, ¿Para qué cuidarse tanto, si toda la gente que no se cuida sigue esparciendo esta enfermedad? ¿Para qué cuidar tanto a nuestros ancianos, si al final acaban pensando que los estamos alejando de nuestras vidas? ¿Para qué tantas cosas? ¿Cuánto tiempo más? ¿Cuándo podremos retomar aquellas cosas que dejamos en pausa?
Vimos llegar la primavera, el verano y ahora el otoño. Con cada cambio de estación, llegaron también nuestros cambios de humor, nuestras esperanzas y nuestros temores. Mi hora de despertar, también cambio, mi cuerpo empezó a mostrar signos de cansancio y tensión, por ese trabajo en casa que nunca termina. Cambian también todo el tiempo mis pensamientos, mis emociones y aun no logro descifrar hacia dónde vamos con todo esto.
Pero hoy decido agradecer, agradecer que estamos vivos, que estamos sanos, que mis hijas están en casa conmigo, con mi esposo, que mi mamá está cerca y sana, que mis hermanos están bien, mis amigos, mi familia política. Que tengo trabajo, que no me falta dinero, que puedo comer todos los días y tener un espacio donde descansar. Tantas y tantas cosas que agradecer, que no me alcanzaría el espacio, para nombrarlas todas.
Entendí, que es más importante hacer lo que es más necesario en cada momento, aunque no sea lo que más me gusta hacer. Entendí, que este es un tiempo para servir a los demás, aunque eso signifique tener menos tiempo para mí; entendí que estar pendiente de los demás, preguntarles cómo están, puede cambiar el día y el ánimo de alguien; entendí que este tiempo que la vida me regala con mis hijas y mi esposo, es algo que atesoraré por siempre; entendí que todo pasa, y esto, también pasará.
Tere
Tanto que agradecer, empezando porque puedo hacerlo…
Trabajar desde adentro y por el de adentro (uno mismo y todos a la vez)…
Moverse y aplicar lo aprendido una y otra vez hasta que se convierta en la experiencia misma…
Como es adentro es afuera, como es afuera es adentro… estar muy atentos de lo que pasa para mantenerse vigentes.
Gracias gracias gracias por compartir…
Gracias a ti Memo! Un abrazo!